domingo, 17 de febrero de 2013

Inspiración

Tohohuinemil cuacualtetzin,
yehce ahqui tlachixtica.

La vida es un sendero de belleza,
para quien está despierto.


Temachticatzintli Teuctli



Éste fin de semana se llevó a cabo la exposición del Centro Cultural Xochicalli, en donde mis hermanas de hilos (Dolores Juárez/Miroslava Lazcano) y yo impartimos el taller de "Telar de Cintura y Bordado" durante 3 meses, fue satisfactorio ver los resultados producto de un trabajo en el cual el amor fue el principal motor, cada una de las alumnas terminó su pieza, todas utilizaron la misma técnica pero no había en la muestra dos piezas iguales.
Hubieron quienes elaboraron un morral para uso personal, bordándoles imágenes con las que se identificaban, también hubo quien cada domingo vino al taller a elaborar una prenda para alguien más; el taller estuvo lleno de experiencias gratas y la satisfacción de saber que la investigación que estoy realizando, es una investigación viva, compartir el conocimiento y ponerlo en manos de quienes se encuentran en un contexto, que les permite enriquecer su modo de vida.
Al finalizar el taller concluyo en que a veces tenemos el deseo de compartir lo que sabemos, lo que hemos aprendido cada día, cada noche a través de los libros, las clases, las pestañas quemadas... pero al final quedamos en deuda, porque aprendemos más de lo que compartirmos. Me viene a la menta la frase del abuelo Teuctli: Tlein titlatemaca zan moaxca/ Sólo es tuyo lo que das.

(Por otro lado)

El día de hoy, subimos al cerro Teuhtzin, cargados de alegría y dicha caminamos por el sendero de las enseñanzas que el universo tenía preparadas para nosotros. Recorrimos con voluntad cada rincón con nuestra mirada, los rayos de sol acariciaron nuestros rostros mientras la tierra acariciaba nuestros pies a cada paso que nos acercaba a la maravillosa vista una vez en la cima del Teuhtzin. Bebimos pulque, el néctar de nuestra madre tierra, compartimos la palabra, la dicha y la armonía.
Bajamos al pueblo de Tulyehualco y un gran banquete nos esperaba, mi tío Luis Martínez nos acogió en el seno de su hogar compartiendo el sustento que en éste día era abundante, puesto que se estaba llevando a cabo la celebración tradicional del barrio. La abundancia es una palabra que define perfectamente a mi familia, compartir siempre que sea posible en la cantidad que tu corazón dicte. Enseñanzas ancestrales que han sido transmitidas a través de los actos de bondad y amor. Compartir con tus hermanos, somos una gran familia.








Todo esto se llama inspiración...